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Amil Castillo, Isabel (1943-)
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Dates of existence
History
Isabel Amil Castillo nace en Córdoba el 3 de mayo de 1943 y es la mayor de 8 hermanos. Sus orígenes familiares están marcados por la política y la guerra, pues gran parte de su familia era comunista. De hecho, su propio abuelo fue uno de los fundadores del Partido Comunista cordobés, siendo encarcelado Alcázar de los Reyes Cristianos en 1941, y luego trasladado a la Cárcel de Fátima. Isabel entró en el Partido entre 1960-1961, ayudando a la reorganización del mismo como enlace en la provincia de Córdoba. En esos mismos años entra a trabajar en CEPANSA como oficial reparadora, aunque tras su primera detención en 1962 sería despedida. Luego sería readmitida, pero con su segunda detención ya no pudo reincorporarse. Más tarde trabajó cosiendo en casa y, años más tarde como modista con Grande Ruz. Durante los años 60 el partido tuvo importantes caídas (1962, 1965, 1966, 1967) y ella sufrió las detenciones, los interrogatorios, las vejaciones, las torturas para que delatase a camaradas y el maltrato dentro de las cárceles de Córdoba y Madrid. Pese a todo, siguió militando y asumiendo tareas de organización y agitación en el partido. Personalmente, se casó en 1967 por lo civil con otro histórico militante del PCE, Francisco Molinero, con el que tuvo dos hijos. Ese mismo año, a instancias del Partido, se traslada a la República Democrática Alemana a realizar un curso de formación de dirigentes, aprovechando, además, para realizar diferentes visitas culturales como el campo de concentración de Buchenwald. Sin embargo, entre los asistentes había un infiltrado, Manuel Nieto, que les delató a todos. Isabel sería detenida por asociación ilícita y propaganda ilegal. Le pidieron seis años de cárcel, aunque en el juicio se quedan en cuatro y luego solo cumplió tres por un indulto. Queda en libertad provisional hasta que, un año más tarde dio a luz a su hijo Ricardo, y ya entró en la cárcel de Fátima justo a este (aunque debido a las malas condiciones se lo llevó su marido). De Córdoba la trasladan a Sevilla donde está tres meses, y la destinan a Alcalá de Henares. Allí había muchos abusos de las funcionarias. Las presas se comenzaron a organizar para realizar una serie de acciones y exigir respeto como un plante en el patio o una huelga de hambre de 16 días. Ya durante la transición fue una de las impulsoras del movimiento memorialista en Córdoba, a la par que también participaba en diferentes órganos del PCA y de IUCA-LV. Más tarde sería presidenta del Foro por la Memoria de Andalucía, siendo una de las personas más activas en la lucha por la recuperación y reparación de las víctimas del franquiso.