Zone d'identification
Type d'entité
Forme autorisée du nom
Baldó Vizcaíno, Pedro Francisco (1947-)
Forme(s) parallèle(s) du nom
Forme(s) du nom normalisée(s) selon d'autres conventions
Autre(s) forme(s) du nom
Numéro d'immatriculation des collectivités
Zone de description
Dates d'existence
Historique
Pedro Francisco Baldó Vizcaíno nace en Almería el 22 de diciembre de 1947. Vivió en el barrio de La Almedina en el centro histórico almeriense en el seno de una familia trabajadora. Su padre era tornero fresador en Oliveros y en Alsina Graells, mientras que su madre era ama de casa. Estudió en el colegio público Diego Ventaja hasta que con 14 años comienza a trabajar como botones en el Colegio de Farmacéuticos. Posteriormente, comenzaría una carrera en el mundo del cine como actor de extras y doble, llegando a participar hasta en 40-50 películas. Fue en esos años donde vivió sus primeras experiencias reivindicativas quejándose ante un inspector de trabajo porque no les daban de alta en la Seguridad Social y organizando un plante en un rodaje para conseguir la igualdad salarial entre los actores almerienses e ingleses.
En 1969 fue al Servicio Militar y a su vuelta, entre 1970 y 1971, ingresaría en el PCE de la mano de su hermano Manuel Baldó. Al proco tiempo estaba en el Comité Provincial y fue una de las personas designadas por el partido para la organización de las Comisiones Obreras de Almería junto con José González Marín y Rafael Amat. En 1975 empieza a trabajar en Celulosa Almeriense y entra más de lleno en el mundo sindical. Frente a la inacción del Sindicato Vertical y el jurado de empresa, participó en una comisión obrera para hablar con la dirección de la empresa sobre mejoras en las condiciones laborales. Ya en el I Congreso Provincial sale elegido como secretario de organización de Almería. Entre 1979-1982 estuvo de concejal en el ayuntamiento por el PCE junto con Pepe Guerrero y Salvador Fuentes. Durante ese mandato municipal, dejó sus funciones en la dirección del sindicato, pero la situación de declive en números de afiliación, militancia y déficit económico durante las secretarías de Diego González Marín y José Maria Torres Tripiana propiciaron su regreso como secretario en 1982.
En 1990 deja el cargo de secretario de CC.OO. de Almería y entró a trabajar como capataz en una empresa externa de limpieza que trabajaba para el ayuntamiento. Pese a no ocupar cargos orgánicos y de responsabilidad, siguió implicado en el sindicalismo, aunque llegó a tener una posición crítica con la dirección provincial debido a que el sindicato rechazó la huelga que se organizó en su empresa para equiparar sueldos de funcionarios y sueldos de las empresas de servicios que, aunque fueran de gestión privada, trabajaran para el ayuntamiento.
En 1969 fue al Servicio Militar y a su vuelta, entre 1970 y 1971, ingresaría en el PCE de la mano de su hermano Manuel Baldó. Al proco tiempo estaba en el Comité Provincial y fue una de las personas designadas por el partido para la organización de las Comisiones Obreras de Almería junto con José González Marín y Rafael Amat. En 1975 empieza a trabajar en Celulosa Almeriense y entra más de lleno en el mundo sindical. Frente a la inacción del Sindicato Vertical y el jurado de empresa, participó en una comisión obrera para hablar con la dirección de la empresa sobre mejoras en las condiciones laborales. Ya en el I Congreso Provincial sale elegido como secretario de organización de Almería. Entre 1979-1982 estuvo de concejal en el ayuntamiento por el PCE junto con Pepe Guerrero y Salvador Fuentes. Durante ese mandato municipal, dejó sus funciones en la dirección del sindicato, pero la situación de declive en números de afiliación, militancia y déficit económico durante las secretarías de Diego González Marín y José Maria Torres Tripiana propiciaron su regreso como secretario en 1982.
En 1990 deja el cargo de secretario de CC.OO. de Almería y entró a trabajar como capataz en una empresa externa de limpieza que trabajaba para el ayuntamiento. Pese a no ocupar cargos orgánicos y de responsabilidad, siguió implicado en el sindicalismo, aunque llegó a tener una posición crítica con la dirección provincial debido a que el sindicato rechazó la huelga que se organizó en su empresa para equiparar sueldos de funcionarios y sueldos de las empresas de servicios que, aunque fueran de gestión privada, trabajaran para el ayuntamiento.